martes, 16 de noviembre de 2010

TRABAJO DE LOS SIGNOS DE PUNTUACION

Marie Connie
Isaac Lenner, descansaba en su habitación, mientras los recuerdos dibujaban en su rostro una irónica sonrisa. Fue una noche espléndida, en donde los gemidos emitidos por ella impregnaron en su cuerpo una dosis de alegría, placer y satisfacción.
Bastó un insignificante movimiento para despegar los pies sobre la tosquedad del piso y poder contemplarla a cuerpo entero. No quiso despertarla, seguro de que, Marie Connie, no tenía prisa, y más seguro todavía de que ya nunca más la tendría; sin embargo, en contraste con aquella idea, anheló verla despierta, y así poder percibir su imagen, aquella imagen que irradiaba una luz de amor, ternura, inocencia y belleza.
La mortaja de la noche fue testigo de aquella muerte.
Marie Connie, yacía muerta en la habitación con doce puñaladas en el pecho.


La avecilla y el zorro
Caminaba distraído un zorro, cuando de pronto escuchó una melodía, quiso descubrir a su creador, y al ver que era un ave con una peculiar flauta. Se acercó y dijo:
--comadrita, qué hermosa música creas con tu flauta, me harías tan dichoso si me la prestaras por un momento.
Temerosa de perder su flauta, tan valiosa como su vida misma, la negativa brotó de su interior. Ofuscado el zorro, no le quedó más, que el auxilio de sus artimañas, suplicando insistió tanto que, por fin, el ave accedió. Al sentir la flauta sobre su hocico, raudo escapó sin rumbo, y a lo lejos, con la alegría sobre su rostro, comenzó a crear melodías, tan hermosas como las creadas por el ave.
La víctima, sorprendida del engaño salió en busca del embustero, hasta que lo halló en una colina cercana, donde le recriminó su actitud. Mas el zorro, mofándose de la inocencia del ave se negó a devolver la flauta, y ésta muy hábil ideó un plan, cerca a la cueva del taimado fingió estar muerta, y al observarle el zorro con un ademán de burla dijo:
-- ¡Pobre comadrita ¡ seguro murió de pena por su flauta.
Y en seguida puso la flauta en el pico del ave, y no muy tonta ella al darse cuenta aprovechó la ocasión, estiró las alas y alzó vuelo.
El taimado, incapaz de idear un nuevo plan, no se le ocurrió otra que usar el mismo, cerca al nido de la avecilla aparentó estar muerto, y ésta, conociendo las intenciones de tan vil animal fingió y dijo:
--¡Pobrecito mi compadre el zorro! Segurito se murió de pena y tristeza al perder mi flauta, ahora lo traeré para su consuelo.
Y lo que trajo no fue la flauta en sí, sino una enorme roca que soltó de una altura regular, matando en un instante al pobre zorro que murió sin emitir sonido alguno.


Los signos de puntuación
LA COMA

El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase; precedido de coma si va al final; y entre comas si va en medio.
Ejemplos:
Isaac Lenner, descansaba…
Seguro de que, Marie Connie, no tenía...
Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni.
Ejemplo:
Aquella imagen que irradiaba una luz de amor, ternura, inocencia y belleza.
EL PUNTO Y COMA
Se colocará punto y coma antes de las conjunciones siguientes: aunque, sin embargo, pero, mas, sino, cuando estas siguen a expresiones extensas.
Ya nunca más la tendría; sin embargo, en contraste con aquella…
EL PUNTO SEGUIDO
Se usa cuando se ha expresado un concepto y comenzamos otro sobre el mismo tema desde el mismo punto de vista.
Isaac Lenner, descansaba en su habitación, mientras los recuerdos dibujaban en su rostro una irónica sonrisa. Fue una noche espléndida…
PUNTO APARTE
Sirve para separar párrafos. Se utiliza al cambiar de tema. (Se percibe en el texto)
PUNTO FINAL
Se utiliza cuando se finaliza el texto. (Se percibe en el texto)
LA RAYA
Lo utilizo para señalar la intervención de un personaje. (Se percibe en el texto “La avecilla y el zorro”)

viernes, 12 de noviembre de 2010

Marie Connie
Isaac Lenner, descansaba en su habitación, mientras los recuerdos dibujaban en su rostro una irónica sonrisa. Fue una noche espléndida, en donde los gemidos emitidos por ella impregnaron en su cuerpo una dosis de alegría, placer y satisfacción.
Bastó un insignificante movimiento para despegar los pies sobre la tosquedad del piso y poder contemplarla a cuerpo entero. No quiso despertarla, seguro de que, Marie Connie, no tenía prisa, y más seguro todavía de que ya nunca más la tendría; sin embargo, en contraste con aquella idea, anheló verla despierta, y así poder percibir su imagen, aquella imagen que irradiaba una luz de amor, ternura, inocencia y belleza.
La mortaja de la noche fue testigo de aquella muerte.
Marie Connie, yacía muerta en la habitación con doce puñaladas en el pecho.


La avecilla y el zorro
Caminaba distraído un zorro, cuando de pronto escuchó una melodía, quiso descubrir a su creador, y al ver que era un ave con una peculiar flauta. Se acercó y dijo:
--comadrita, qué hermosa música creas con tu flauta, me harías tan dichoso si me la prestaras por un momento.
Temerosa de perder su flauta, tan valiosa como su vida misma, la negativa brotó de su interior. Ofuscado el zorro, no le quedó más, que el auxilio de sus artimañas, suplicando insistió tanto que, por fin, el ave accedió. Al sentir la flauta sobre su hocico, raudo escapó sin rumbo, y a lo lejos, con la alegría sobre su rostro, comenzó a crear melodías, tan hermosas como las creadas por el ave.
La víctima, sorprendida del engaño salió en busca del embustero, hasta que lo halló en una colina cercana, donde le recriminó su actitud. Mas el zorro, mofándose de la inocencia del ave se negó a devolver la flauta, y ésta muy hábil ideó un plan, cerca a la cueva del taimado fingió estar muerta, y al observarle el zorro con un ademán de burla dijo:
-- ¡Pobre comadrita ¡ seguro murió de pena por su flauta.
Y en seguida puso la flauta en el pico del ave, y no muy tonta ella al darse cuenta aprovechó la ocasión, estiró las alas y alzó vuelo.
El taimado, incapaz de idear un nuevo plan, no se le ocurrió otra que usar el mismo, cerca al nido de la avecilla aparentó estar muerto, y ésta, conociendo las intenciones de tan vil animal fingió y dijo:
--¡Pobrecito mi compadre el zorro! Segurito se murió de pena y tristeza al perder mi flauta, ahora lo traeré para su consuelo.
Y lo que trajo no fue la flauta en sí, sino una enorme roca que soltó de una altura regular, matando en un instante al pobre zorro que murió sin emitir sonido alguno.




Los signos de puntuación
LA COMA

El vocativo se escribe seguido de coma si va al principio de la frase; precedido de coma si va al final; y entre comas si va en medio.

. Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni.


EL PUNTO Y COMA
Se colocará punto y coma antes de las conjunciones siguientes: aunque, sin embargo, pero, mas, sino, cuando estas siguen a expresiones extensas.

EL PUNTO SEGUIDO
Se usa cuando se ha expresado un concepto y comenzamos otro sobre el mismo tema desde el mismo punto de vista. (Se percibe en el texto)
PUNTO APARTE
Sirve para separar párrafos. Se utiliza al cambiar de tema. (Se percibe en el texto)
PUNTO FINAL
Se utiliza cuando se finaliza el texto. (Se percibe en el texto)
LA RAYA
Lo utilizo para señalar la intervención de un personaje. (Se percibe en el texto La avecilla y el zorro)

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Antón Pávlovich Chéjov (en ruso Антон Павлович Чехов), (* Taganrog, 17 de enerojul./ 29 de enero de 1860greg. - Badenweiler (Alemania), 2 de juliojul./ 15 de julio de 1904greg.) fue un médico, escritor y dramaturgo ruso. Encuadrable en la corriente naturalista, fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura.1 Como dramaturgo escribió cuatro obras, y sus relatos cortos han sido aclamados por escritores y crítica.2 3 Chéjov compaginó su carrera literaria con la medicina; en una de sus cartas escribió al respecto: